Año mil novecientos cincuenta y cuuatro aparecía en Chile un libro con un titulo sugerente y un tanto provocador llamado "POEMAS Y ANTI-POEMAS" editado por la mítica editorial Nascimiento. Lo que no pensaban los lectores y los críticos al abrir estos textos era que no tenían idea con qué chichita se estaban curando, por que este libro verdaderamente era la revolución cuántica de la poesía y del idioma en español.
Habían poemas muy poéticos, muy hermosos que de alguna manera mostraban que este poeta joven poseía la habilidad de recoger una cierta tradición que venía del mundo más rural. Como hermano de Violeta Parra sabía y acogió muy bien una cierta delicadeza, una intuición. Sin embargo así como habían poemas felices, había otros, como el que voy a mostrarles, ¡que sorprendían! por que mas que poemas parecían en realidad crónicas o narraciones, algo así como un discurso sobre una voz que claramente no podría ser la del poeta; de una persona común y corriente que no era un pequeño dios. Por que recordermos que en ese momento estabamos gobernados por voces proféticas como las de un Pablo Neruda, la voz de una Gabriela Mistral: gran Pachamama de la poesía chilena; o la voz del pequeño dios que era Vicente Hiodobro. Y de pronto un poema que la llamaba "La Víbora" totalmente salido de los cánones.
Y con esto quiero traer a colación a Alejandro Jodorowsky con su libro "LA DANZA DE LA REALIDAD" Ya que Jodorowsky es de la misma generación que Parra, en el que habla de que Nicanor se presentaba por aquellos años como un poeta máximo.
<<Pero yo, dice Jodorowsky, con espíritu de contradicción me negaba a ser su seguidor fanatico, refiriéndose a Neruda. De pronto surgió un nuevo poeta. Nicanor Parra. que revelandose contra ese Genio tan visceral y tan comprometedor politicamente, publicó unos versos humorísticos, inteligentes, distinto a todo lo conocido que bautizó como anti-poemas. Mi entusiasmo fue delirante, ¡por fin un poeta descendía del Olimpo romántico!, para hablar de las angustias cotidianas, de tus neurosis, de tus fracasos sentimentales, ¡sobre todo un poema como La Víbora! me marcó. Ahí no se hablaba como los sonetos de Neruda, de una mujer ideal>>
(nótese la voz pausada y retumbante de Neruda a orillas de la playa de Isla Negra) "Blancas colinas, muslos blancos, mi cuerpo te sonsaca y te hace estallar el hijo desde el fondo de la tierra."
Aqui no se hablaba de la mujer ideal, sino que de ¡una autentica brivona! Adentromos entonces a ver como comienza este poema "LA VÍBORA"
Durante largos años estuve condenado a adorar a una mujerdespreciableSacrificarme por ella, sufrir humillaciones y burlas sincuentoTrabajar día y noche para alimentarla y vestirla.Llevar acabo algunos delitos, cometer algunas faltas,A la luz de la luna realizar pequeños robos,Falsificaciones de documentos comprometedores,So pena de caer en descrédito ante sus ojos fascinantes,En horas de compresión solíamos concurrir a los parquesY retratarnos juntos manejando alguna lancha a motorO nos ibamos a algun café danzanteDonde nos entregábamos a un baile desenfrenadoQue se prolongaba hasta altas horas de la madrigadaLargos años viví prisionero del encanto de aquella mujerQue solía presentarse a mi oficina completamente desnudaEjecutando las contorciones más dificiles de imaginarCon el propósito de incorporar mi pobre alma a su órbitaY, sobre todo, para extorsionarme hasta el último centavo.
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Y entramos en una historia que a Jodorowsky lo enloqueció, pero lo más impresionante de esta historia es que que por casualidad Alejandro hace un muñeco de Nicanor con el objeto de reflejar así el asombroso hallazgo de este anti-poeta. Pero además conoce a una mujer que para él es la encarnación del poema "La Víbora" Lla gran Stella Días Varín. Poeta maldita que lo va a llevar por la noche santiaguina; a él que era un provinciano que venía de Tocopilla. Lo va a llevar a los limites de la experiencia sexual, personal, del delirio de la locura de actos poéticos y anti-poéticos, ¡que lo va a dejar agotado! destruido, ¡lo va a ser arar! y entonces ¡al fin! desesperado él la abandona, ella lo abandona a él. Es una teleserie que sucede en el Santiago de los 50' hasta que un día llega a un bar a encontrarse con ella y se da cuenta que anda del brazo de otro. Era el café Iris y de pronto.....
“Inmóvil iba yo avanzando a través de un tiempo plano, gris, un túnel vacío dónde al final brillaba como una esplendorosa joya la ansiada medianoche. Llegué al café Iris a las doce en punto, trayendo escondido en el pecho el títere de Nicanor Parra. Regalo para Stella … pero mi amada aún no había llegado. Pedí una cerveza. A las doce y media pedí otra. A la una, otra; a la una y media, otra; a las dos, otra y otra a las dos y media. Ebrio y triste la vi entrar, ufana, acompañada por un hombre más bajo que ella, con cara de boxeador y expresión socarrona común a esos rotos descendientes de soldado español e india violada. Lanzándome una mirada desafiante se sentó con, supuse, su amante, frente a mí. Ella y él satisfechos, sonreían. Me puse furioso. Metí mi mano bajo el chaleco, extraje el muñeco y lo lancé en la mesa. <<¡Que este Nicanor Parra sea tu maestro! Merecerías andar con un poeta de esa dimensión y no envilecerte con piojentos como el que ahora te acompaña. Si lees su genial poema La Víbora encontrarás tu retrato. Adiós para siempre>>. Y dando tropezones, enredándome en las patas de las sillas, busqué la salida. Stella corrió detrás de mí y me devolvió a la mesa. Creí que el boxeador insultado iba a darme puñetazos, pero no. Con una sonrisa me tendió la mano y me dijo: Te agradezco lo que has dicho. Soy Nicanor Parra y la mujer que me inspiró La Víbora es Stella"
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Aquella es la sincronía, no se si será una invención delirante de Jodorowsky, que explica algunas cosas y que cruza a estos dos titanes literatos entorno a esta mujer de leyenda que es La Víbora.
Alengüei Kayun
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