diciembre 06, 2019

Internado Cap. V

Juego perverso




Mediados de Mayo


Ya eran como las ocho de la noche cuando todos se volvieron a reunir en las afueras de Jardín Colindante  incluso Sonia que era la más asustada con todo esto, vino del brazo de Vilma observando de reojo al gordito de gafas cuadradas quien estaba embobado viéndola y ella de cuando en cuando le sonreía sin que nadie de de cuenta. Esteban de pronto llego corriendo como si el alma se la llevara el diablo, asustando a todos haciéndoles creer que lo habían descubierto, pero no, sólo venía jugando con Clemente que es el perro más viejo que hay en el establecimiento.

— Esteban, por Dios, ¡me asustaste!  –   Vilma saltó de improviso ya que se había asustado cuando el perro empezó a mover la cola a su lado
— ¡Entupido! me asustaste – Sonia que había saltado lejos por el susto de Vilma 
El gordito de gafas que la estaba mirando corrió a su encuentro a ayudarla y está ves Sonia aceptó la ayuda de buena manera. 

— ¿Y estamos todos? – Minerva pregunta observando que claramente Cuty faltaba 
— Cuty debe estar por llegar  – Pame le palmoteo la espalda 

Fueron entonces al claro del pequeño bosque al lado de la muralla y mientras que esperaban a Cuty, se fumaron unos cigarrillos, conversando de lo que iban a hacer después de la escuela, mientas comían  picadillo y bebían cerveza 

Mientras tanto en la habitación de los varones Cuty estaba con unos compañeros. Estaba a punto de meterse en problemas 

— ¡Miren esta pirueta! 
— ¡Luis ten cuidado!
— ¡Uy! Luisito no se vaya a caer


El juego consistía en que los niños llenaran de agua desde el baño del cuarto hasta la habitación para deslizarse con jabonosidad por todo el pasillo en medio de las dos hileras de literas, todo esto mientras que Cuty observaba desde la cama de uno de sus compañeros como los muchachos jugaban, y dado en un momento Luis al tirarse por la rampa jabonosa lo hizo mal, provocando que se le torciera un pie.

Todo el juego se detuvo en seco, al ver a Luis en el suelo, tirado medio muerto, de pronto un grito y Cuty lo fue a ver. Otro niño con la cara muy sucia y dos dientes menos, se acerca al niño y lo empuja hacia atrás chocando su espalda contra una de las literas. Cuando Cuty se incorpora para enfrentarlo éste lo lanza al suelo con un golpe en la nariz dejándola sangrar y vuelve donde Luis.
Uno de los compañeros que jugaban, con otro más salieron corriendo en medio de la rencilla, cuando el niño de la cara sucia se incorpora y al tocarse la nariz y ver que goteaba sangre, su furia fue tal que se incorporó con violencia, y corriendo tomo por la espalda a Cuty, quien sin saber cómo dio a parar al borde de la litera golpeándose la nariz y como si no bastara con eso el niño de la cara sucia lo levanta y lo volvió a dejar caer pero esta vez cayó encima de un resorte que sobre salía del colchón de la cama incrustandosele en el ojo del muchacho.

Y quedó Cuty tirado en el suelo rodeado de sangre y con su cabeza latiendo y escuchando todo como si estuviera bajo el agua.

— ¡Pero que pasó aquí! 

Una mujer bajita y algo gorda, llegó corriendo tras ser avisada por dos niños, que en el cuarto de los varones había un disturbó 
 
La mujer tomó al niño en los brazos, todo ensangrentado lo llevó a la enfermería y de ahí lo llevaron al hospital del pueblo por una herida grave en el ojo derecho.
Al llegar la mujer al lugar de los hechos todos habían desaparecido principalmente el niño de la cara sucia por lo que todos los que duermen en aquel cuarto fueron sancionados. Aquella noche el ajetreo fue tal que no tuvieron tiempo de preocuparse de otra cosa.

— ¡Escuchan esa sirena!
— Sonia para de tomar, te estas emborrachando
—¿No si es en serio!
— Yo también escucho  – dijo el gordito de gafas

En efecto el sonido se hizo más fuerte y todos se pusieron en pie para ver lo que pasaba y solo alcanzaron a ver la ambulancia y unos camilleros que se lavaban a uno de los niños. Minerva se empezó a sentir extraña y con nauseas, tanto fue que tuvo que alejarse del grupo y corriendo al árbol más cercano expulsó todo lo comido y bebido. Pamela fue tras ella a socorrerla mientras que los otros se quedaron ahí

—  ¿Estas bien? 
—  Si, solo que vi sus cara frente a mi que se quebraba con un espejo
—  ¿La cara de quien viste?
—  La de ese niño de ojos azules.



  

Alengüei Kayún









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