julio 12, 2021

Samuel

No es un capricho de niño chico, tampoco una obsesión por que no considero que me he vuelto loca…. es sólo la seguridad de tenerme a mi misma viéndome a través de un “alguien” inerte a primera vista e inútil para quien no crea.

…mi personaje…

Que no habla….

Que no se mueve a menos que yo lo dictamine…

Que se hace el sordo cuando hay alguien más…


Pareciera que se tratase de alguien con serios problemas motores y mentales y justamente algo así quiere aparentar.

A mi personaje lo cree con el objetivo central de acompañarme mientras que mis pares, sin pensarlo, me sacaban pica haciendo cosas que yo no podía hacer, cosas tan chicas e insignificantes como saltar la cuerda ¿quién no ha saltado la cuerda una vez en su vida?

Hoy por hoy mi personaje me sigue acompañando y hemos crecido los dos, él mas rápido que yo ya que es mas viejo y según los que lo conocen, tiene los años de vida algo parecido a los perros.

…no lo puedo dejar…

…no puedo desaprender a dejarlo a mi espalda tras una vuelta en la cama… Lo intente y dolió todo un día.

Llegó a mí cuando era una niña y él un flamante flaquito con su roja jardineriíta y nuevo ¿me estaría esperando? Esa cosa sin vida aparente me acompaño y me acompaña.

Con los años van cambiando las prioridades, las necesidades, sueños y deseos. Ya no imaginas las mismas cosas. Y ocurrió que entre estos cambios mi personaje fue abandonado dos años – mis 14 y 15 años y era normal, estaba cambiando, estaba transformándome en quizás que cosa. Hata que un día me llamó. Me había enviado señales en el sueño. Racionalmente eso es ilógico y psicológicamente hablando era yo quien lo estaba necesitando o algo sí. Pero usemos la imaginación y digamos que me llamaba…. Es más..... Más de cuentos que es lo mío y me fascina.

Desde entonces y hasta ahora mi personajillo, ya viejo, también transformado, más sabio, más… reflexivo, tolerante y todas esas cosas…. Sigue conmigo…

Lo intente dejar…. Intente que en una vuelta se me olvidara tomarlo, intente tratarlo como lo que verdaderamente racionalista es….pero no puedo… mas bien no quiero.

Es el único ser que no se ha ido sin que yo le diga que vaya…. Porque mía es su voluntad.









 Alengüei Kayun








2 comentarios:

OhYeah! dijo...

Está tan bonito lo que escribiste, el Samuel es algo así como un miembro más de la familia, y me encanta su ropa nueva, parece un pequeño inglés estiradito :)
Te quiero Teté, me encantan tus cuentos, tienes talento, casi tanto como yo aksjakka :) cuidate, que estés bien, chaito:)

Alengüei Kayún dijo...

jajajajajaja oh yeeea!!!