julio 14, 2021

Los demonios de cabecera

 Mis demonios se pasean por mi habitación como dueños y señores dejándome a mí como invitada.

 Mis demonios me hacen recordar momentos dolorosos y posibles escenarios negativos alrededor de un nuevo prospecto

 Mis demonios me hacen sucumbir en el pensamiento, al más doloroso e implacable momento de separación y ruptura de un sueño casi logrado haciendo mofa de mi desgracia.

 Lo que mis demonios no saben, es que ahora soy mas fuerte, mas poderosa, puesto que lo que no te mata te hace mas fuerte

Es una lucha contante entre ellos y yo que a veces se torna más fuerte y otras veces gano yo.







Alengüei Kayun



julio 13, 2021

Noche misteriosa

Esa noche no sé por qué me dieron ganas de salir a caminar, todo oscuro sólo una que otra casa alumbraba la vereda, tenia ganas de ir a su casa, por eso quizás salí. Abrí la reja, baje los peldaños y después de cerrarla mee dirigí con rumbo a su casa, en frente de mí por la otra vereda, dos hombres venían corriendo con antorchas con las cuales y sin consideración empezaron a quemar las casas una por una, me devolví corriendo llegue a la casa avise a mi madre, ella prendió las luces y yo salí con mi hermana con la escopeta.

Al otro día los fui a ver a ver al hospital, no se lo que lo que les paso, sólo sabía que estaban fuera de peligro, la enfermera me dijo que estaban el a la misma habitación que yo estuve cuando sufrí el accidente, mi mamá con mi hermana fueron conmigo, me esperaron en la sala. El hospital tenia ese particular olor que me revolvía el estomago era por eso que llevaba conmigo un frasquito de esencia, mí madre al principio no queso, ella sabia que sentía algo por él, y no quería que fuera sola, in embargo mi hermana la detuvo con un gesto y haciendo otro me dijo que me fuera, fue entonces que entre sola en la habitación, lo vi en la cama y en la otra a su hermano, ambos recuperándose, se me salía el corazón por la boca cuando lo vi con una túnica y los brazos con pequeñas, pero profundas heridas, me acerque muy despacito cuando se despertó y me sonrió, su hermano aun dormía. – Ven – me dijo despacio y con la voz muy débil, me estregó un papel arrugado que saco de bajo de su almohada y fue ahí cuando lo abrase, mi madre entro con cara despavorida, me sostuvo del brazo y me saco a empujones de la habitación, lo único que pude leer de la nota fue “Mi querida…” por que mi madre me lo arrebato y no supe nada más del papel. En ese instante me desconsolé llorando y fue mi hermana la que me consoló ya que mi madre se fue refunfuñando metros más adelante.

Hace pocos días que los dieron de alta y fueron a la casa, era la hora del almuerzo y faltaban bebidas porque habían llegado muchos parientes y amigos para ayudarnos en la minga , me acerque sin que mi madre lo notase a hablar con él para acompañarlo a comprar ya que a él lo habían mandado, y al ver mi carita que ya me salía una lágrima, me guiño el ojo, me tomo de la mano fu conmigo a donde mi hermana y los tres fuimos a comprar no me soltaba la mano, de repente me dice – No pudiste leer la nota cierto – si – le digo yo – no pude – su mano no me soltaba, mi hermana se fue adelante por que había divisado a una amiga, creo que tenia planes porque me hizo una seña con la mano y se fue , yo por mi parte no me quería devolver, me abraso y yo también.




Alengüei

julio 12, 2021

Samuel

No es un capricho de niño chico, tampoco una obsesión por que no considero que me he vuelto loca…. es sólo la seguridad de tenerme a mi misma viéndome a través de un “alguien” inerte a primera vista e inútil para quien no crea.

…mi personaje…

Que no habla….

Que no se mueve a menos que yo lo dictamine…

Que se hace el sordo cuando hay alguien más…


Pareciera que se tratase de alguien con serios problemas motores y mentales y justamente algo así quiere aparentar.

A mi personaje lo cree con el objetivo central de acompañarme mientras que mis pares, sin pensarlo, me sacaban pica haciendo cosas que yo no podía hacer, cosas tan chicas e insignificantes como saltar la cuerda ¿quién no ha saltado la cuerda una vez en su vida?

Hoy por hoy mi personaje me sigue acompañando y hemos crecido los dos, él mas rápido que yo ya que es mas viejo y según los que lo conocen, tiene los años de vida algo parecido a los perros.

…no lo puedo dejar…

…no puedo desaprender a dejarlo a mi espalda tras una vuelta en la cama… Lo intente y dolió todo un día.

Llegó a mí cuando era una niña y él un flamante flaquito con su roja jardineriíta y nuevo ¿me estaría esperando? Esa cosa sin vida aparente me acompaño y me acompaña.

Con los años van cambiando las prioridades, las necesidades, sueños y deseos. Ya no imaginas las mismas cosas. Y ocurrió que entre estos cambios mi personaje fue abandonado dos años – mis 14 y 15 años y era normal, estaba cambiando, estaba transformándome en quizás que cosa. Hata que un día me llamó. Me había enviado señales en el sueño. Racionalmente eso es ilógico y psicológicamente hablando era yo quien lo estaba necesitando o algo sí. Pero usemos la imaginación y digamos que me llamaba…. Es más..... Más de cuentos que es lo mío y me fascina.

Desde entonces y hasta ahora mi personajillo, ya viejo, también transformado, más sabio, más… reflexivo, tolerante y todas esas cosas…. Sigue conmigo…

Lo intente dejar…. Intente que en una vuelta se me olvidara tomarlo, intente tratarlo como lo que verdaderamente racionalista es….pero no puedo… mas bien no quiero.

Es el único ser que no se ha ido sin que yo le diga que vaya…. Porque mía es su voluntad.









 Alengüei Kayun








julio 11, 2021

Dos de Enero del `90

Un hombre está frente a mí, muy cerca de mí. Es un muchacho; diecinueve años, ojos pardos, piel morena por el sol de los potreros. Rápido, definitivo, delicado conmigo, pero a la vez firme. Comprendo entonces que lo esperaba. Le echo los brazos al cuello y él entonces me besa, sin que por entre sus pestañas las pupilas luminosas cesen de mirarme.

Camino, pero ahora me guía un jovencito. Una vez en la casa la oscuridad es completa, pero una mano tibia busca la mía incitándome a continuar. Quedo de pie junto al umbral de la puerta que no veo, doy un paso dentro del cuarto. Todo el calor de la casa pareció concentrarse aquí. Oigo pasos muy leves sobre la alfombra, pasos de pies desnudos. El jovencito está nuevamente frente a mí con el torso sin ropa. Casi sin tocarme desata mis cabellos, permanezco a los pies de la cama y lo abrazo fuertemente y con todos mis sentidos. Lo estrecho firme, lo estrecho contra mí con todas mis fuerzas, siento correr su sangre por todas sus venas, siento agitarse la burbuja de un suspiro. En mis brazos toda una vida física. Tiemblo.

Entonces él se inclina sobre mí y rodamos al centro de la cama, su cuerpo me cubre como una gran ola hirviente; me acaricia, me quema, me hace suya, me arrastra desfallecida. A mi garganta sube algo así como un sollozo, y no sé por qué empiezo a quejarme y no sé por qué me es dulce quejarme, y también es dulce a mi cuerpo el cansancio infligido por la preciosa carga que pesa entre mis muslos.

Cuando desperté aún era temprano, no quería abrir los ojos; no quería olvidar lo soñado. Los fui abriendo lentamente hasta ver el techo blanco. Sonreí. Me levanté lenta y me vestí.

Estamos en la mesa del comedor, sentados uno al lado del otro, nos miramos de reojo. De pronto él me abraza cruzando su brazo izquierdo por mi espalda llegando a mi cintura, atrayéndome hasta él y con mis labios en su cuello susurré: Soñé contigo anoche

— ¿Qué soñaste? - me dijo en voz baja mientras todos comían pareciendo que nadie estaba interesando en nosotros.
— Soñé que hacíamos el amor.

Cuando dije esto sentí un fuerte apretón en mi muslo izquierdo. Sentí como su mano bajaba desde mi cintura hasta mi muslo.

— ¿Excitada? - me preguntó con voz ronca

Me di cuenta que era un niño, y me dio tanto gusto que así fuera.

— No - contesté - , hasta que te acabo de oír... - contuve la respiración y tomé aliento para decir finalmente - ¿Y usted?
— Sí
— Pero nos miran
— Lo sé.




Alengüei Kayún

julio 10, 2021

La leyenda de Antonia (Part 1)

— ¡No te voy a permitir que me hables así Antonia! Soy tu padre y me debes respeto.
— Emilio por favor, no le grites a la niña. Deja que nos explique.
— ¡Gelga no te metas.... Por.. Favor!
— ¿Pero Emilio?
— Déjelo mamá. - y mirándolo a los ojos- deje que grite todo lo que quiera. Ya no puede hacerme nada más de lo que ya me ha hecho

Antonia sin dejar de mirar a los ojos de su padre, recoge su morral y se marcha

— ¿A dónde crees que vas?.... ¡Antonia!

La puerta se cerró tras de ella de un solo golpe dejando a Emilio con la palabra en la boca y su buena madre Gelga con una mano cruzada en el vientre y con la otra en la boca negando con la cabeza.

Emilio salió enfurecido tras su hija, pero ésta ya no estaba

— ¿A dónde fue la Antonia? - Emilio le preguntó a Paula que era la amiga de Antonia y última que la vio salir
— No sé don Emilio, tomó el caballo y se fue con rumbo al bosque...
— Siempre hace lo mismo esta chiquilla de mierda! ¿Qué tanto hará en ese maldito bosque!

Paula lo miró pensando que su amiga desde niña no encontró mejor lugar para esconderse cuando se sentía presionada...

Antonia se fue a caballo rumbo al bosque, ya una vez en el interior se bajo del caballo empezó a caminar con la rienda en la mano y el caballo caminando a su lado. No quería volver a su casa.


Un hombre tomaba fotografías en otro lado del bosque. Era contador y estaba ahí de vacaciones tomando fotografías para el recuerdo. Tan concentrado estaba en esta tarea, que no se dio cuenta que en el siguiente paso había un vacío, dio el paso y como consecuencia se cayó de una pequeña loma de piedra cayendo al suelo inconsciente.

Antonia que caminaba aparente sin rumbo levantó su cabeza y vió a lo lejos algo externo al bosque, se acerco y a medida que lo hacía se dio cuenta que un hombre se había caído del barranco y estaba inconsciente. dejo la rienda, se agacho, lo examinó, le desabrocho la camisa, se percató si aún respira. Lo hacia, pero muy débil. Posteriormente lo subió al caballo y lo llevo a una fuente ubicada en el claro del bosque. Aquí lo sumergió, apoyando la cabeza en su brazo, le tapó la nariz hundiéndolo brevemente con el fin de refrescarlo. Ya respiraba mejor, en la caída se había goleado uno de sus pulmones y se había hecho una que otra herida y rasmillón.

Una vez ya en la cabaña el hombre despertó en una cama tapado con una frazada, vió que frente a él y dada de espaldas una mujer joven alimentaba el fuego de la chimenea.

— ¿Qué me pasó?
— Te has caído - entonces el hombre se toca el pecho y a ver que su cuerpo estaba cubierto por vendas se sorprendido
— ¿Y mi ropa?
— Se esta secando - el hombre la mira extrañado
— Tranquilo, soy enfermera- él se sonríe.
— ¿Qué lugar es éste?
— Tañi ruka - dijo ella en otro idioma
— ¿Perdón? - el hombre no logró entender. 
— Mi refugio.
— Am ya entiendo. - el hombre de pronto se incorpora raudamente de la cama -¡Debo irme!
— Si quieres mojarte...

El hombre mira por la ventana y ve que efectivamente esta lloviendo y resignado vuelve a acostarse

— ¿Cómo te llamas?
— Antonia, ¿y tú?
— Diego. ¿Puedo decir, cuando llegue a la capital, que me ha rescatado la mujer mas hermosa de este lugar?

Ella sonrrié agachando la cabeza...

— Como quieras.

Hubo silencio y luego de un rato Diego se da cuenta que solo hay una sola cama

— ¿Dónde vas a dormir?
— Aquí.

A la mañana siguiente Antonia al despertar, ya Diego no estaba, sin embargo en su lugar se encontró con un collar de plata con un símbolo grabado.



Continuará...

julio 09, 2021

No me pidas que elija

Estando en una sala de hospital encontré a una mujer de setenta y cinco años que tejía un chaleco, desvié la vista hacia el otro extremo me encontré con los ojos grandes y vivos de un niño de siete años que mantenía su mirada sorprendida e inmóvil en una de mis manos, seguí la ruta de sus ojos y entonces me di cuenta y le sonreí. Le pedí que se acercara y la tocara sin miedo, el niño obedeció y ésta le devolvió un dulce.

Era mi turno de ser atendida y al entrar vi sus cálidos ojos, esos ojos que me vieron de niña jugar a las bolitas y a los autitos a control remoto. Me hizo pasar y me reviso como iba con la prótesis, me pidió los datos acostumbrados y me dio hora para quince días más, al terminar alzo la vista y me dijo

— ¿Y aun sigues con los autitos coleccionables? - su voz era cálida y con cierto dejo de nostalgia que sólo yo le podía detectar.
— Si - los tengo en una estantería en el comedor 

Se rio sutilmente como recordando cuando me veía de pequeña

— Tú siempre me quedabas mirando como jugaba con ellos - le dije con una expresión falsa de extrañeza
— Si, siempre me gustaba verte jugar y verte siempre con pantalón. Recuerdo cuándo un día tu madre te quiso poner un vestido rosado con blondas en el cuello, mangas y donde termina el vestido, pero te lo sacaste encondida y apareciste con una polera y un pantalón corto.

Todo iba bien hasta que me pregunto por mi vida actual, entonces lo mire y le dije que me había casado con un compañero de la universidad llamado Luis, pero nunca lo he olvidado. Al decir todo me fui de la consulta ya que la viejecita u estaba tejiendo ahora venia por una prótesis en su pierna

Llegue a la casa y ahí estaba Samuel mirándome desde arriba de una mesita junto a la ventana, le salude como si fuese uno de nosotros y prepare almuerzo. Abrí el bolso en el sillón para sacar los exámenes y de éstos cayó un papel de recetas pero en lugar de escribir el nombre de algún remedio, decía con una letra poco clara: 

"yo tampoco me he olvidado de ti" 

Sentí cómo un hielo bajaba por mi espalda en el momento que Lucho entró cerrando la pueta tras de sí, automatizarte arrugue el papel y lo tire a la basura.

Recibí a Luis mirando a Samuel como cómplice de un secreto mudo y esa noche serví la cena normalmente y nos fuimos a la cama.

Volví en un mes más a la consulta de mi doctor y volví a mirar sus ojos, me reviso como andaba la prótesis y luego como si fuera lo más natural del mundo, me invito a salir. Lo miré asombrada, luego me senté frente a su mesa, junte mi mano con la prótesis en señal de oración y cerrando los ojos le dije con voz  muy solemne: 

— No me pida que elija, se lo suplico por que entonces tendría que elegir con el corazón y no con la cabeza

Abrí mis ojos y lo encontré sonriendo, se levanto y miro por la ventana un par de segundos, posteriormente se volteo, tomo mi brazo, sus manos eran tibias y me dijo: 

Tu brazo necesita de la prótesis, sino no funciona cada quince días tendrás control por tres meses
— Gracias Cesar. 



Alengüei Kayún 









julio 07, 2021

Hoy la recordé

Tomando mate y es que al fin no tiene excusa
Aroma a tierra mojada, el trinar de los treiles y recordando aroma a pino que brota cada mañana allá es su tierra donde nació.
 
Hoy se dispone a pensar, a recordar tratando una vez más de no olvidar de donde vino y a donde va...

Y es que hoy es un día de esos, un día de frío en donde se calan los huesos que solo un buen mate o café caliente saben espantar, junto a la salamandra, esa que siempre esta encendida en las casas de gente trabajadora, llena de sacrificio y empalados de frío a las cinco o seis de la mañana.

Ella no olvida eso, ella lo recuerda muy bien, y aun que no esta en esos lugares, igual toma mate y en este día más que nunca que hace frío y que recordó a su madre. 




Alengüei Kayún