diciembre 17, 2020

La Escuelita Jodedora VII

 A la mañana siguiente en el pueblo Angie se veía bastante mejor y ya tenía mucha hambre y fue sus clases como si nunca le hubiera pasado nada

En la escuela era todo normal, las festividades habían pasado y ya pronto empezarían las vacaciones. 

—Belinda, pero que cara traes ¿te sientes bien?

La muchacha rechoncha tenía un perfil caído y ojeroso y estaba a punto de vomitar cuando corrió a los baños chocando con Teresa quien venía en dirección a su amiga

—¿Y a esa qué le pasó?

—Ni idea, pero tú tampoco te ves muy bien

—Me duelen un poco los huesos, pero estoy bien creo que me va a dar gripe

—¡Ay no! 

Todo parecía ir transcurriendo con normalidad, salvo una cosa: Nicanor no apareció y de verdad que él siempre ha sido muy responsable en sus cosas y ni siquiera había mandado un mensaje a su prometida. Todo era muy extraño, luego de esa última semana ya tocaban vacaciones y cada quien se iría por su lado. Angie por la tarde fue a casa de Nicanor para saber que le había pasado 

—Hola Pequeña Pelusa, pasa, Nicanor está en el cuarto

La madre del chico siempre alegre y hermosa le abrió la puerta para que entrará y cuando subía por las escaleras hasta la habitación sintió un escalofrío y una sensación de pesadez que casi por instinto se llevó la mano al escapulario. La puerta estaba cerrada y al golpear con los nudillos la madera, se oyeron unos pies descalzos sobre la alfombra. Al abrirse Nicanor ve a los ojos de Angie y se abalanza hacia ella en un abrazo largo y profundo y un suspiro tanto profundo deja escapar un sollozo casi incontrolable.

Luego de un rato recostados sobre la cama Nicanor más calmado le cuenta lo que le había pasado aquella noche luego de se despidieran en la puerta de la casa de ella  

—En el camino a mi casa me encontré con Emilio, Sofía y Belinda quienes me invitaros a un lugar cerca de ahí que querían hablarme de algo muy importante acerca de ti. Les expliqué que era muy tarde y que ya te había acompañado hasta tu casa, pero me dijeron que la cosa iba a ser breve y la verdad que no recuerdo mucho lo que pasó después

Su expresión se volvió sombría y algo turbia, el muchacho le contó que lo llevaron a un antro donde había vedets bailando sobre una tarima con un caño, sentía olor a tabaco y otras sustancias narcóticas que comenzaron a marearlo, y no entendía muy bien lo que pasaba, de pronto una de ellas se acercó a la mesa donde estaban conversando y Emilio se arrimó a la bailarina y muy cariñoso empezó a comportarse de una manera carismática y extrovertida, mientras que Belinda y Sofía se reían. 

—¡Sírvete un trago amigo! – le dijo Belinda con una voz muy dulce, pero con unos ojos llenos de maldad

Al beber cada sorbo el muchacho sentía que su sangre se agolpaba en su cerebro y por su cuerpo crecía la urgencia de algo que se le escapaba de las manos. Una sensación de deseo, lujuria y placer era casi imposible de sostener hasta que de pronto estallo con la mirada de una bailarina delante de él. Con un cuerpo de Diosa, vestida con un top y pantalones de látex, unos labios rojos, cabello largo lacio y unos ojos negros con expresión muerta. 

—… y la verdad que no recuerdo mucho lo que pasó después por qué mi mamá dice que llegué drogado y muy… – Nicanor baja la mirada – erecto.

La sangre se congelo en las venas de esa mujer que estaba escuchando cada palabra como si estuviera recibiendo balines uno tras de otro. Por un instante guardó silencio y secándose las lágrimas se levantó hacia el balcón a conseguir un poco de oxígeno, porque se ha vuelto pálida y las fuerzas se le desvanecían de a poco. El muchacho lleno de vergüenza se le acerca por la espalda e intenta tocarle los hombros, pero Angie se lo impide haciendo que Nicanor retroceda y ella salga corriendo escaleras abajo.

 Aquella noche ninguno de los dos pudo dormir y es que la sensación de inestabilidad era inminente y se sentía muy horrible.





Alengüei Kayún


diciembre 14, 2020

La Escuelita Jodedora VI





Cerca de las dos de la mañana en una casita lejana, Angie entra, igual que su madre, sacándose los zapatos, y sin prender la luz, pero al ver la lampara encendida a un costado del sofá ve que su madre duerme con una manta y descalza viendo el televisor. Angie la mueve despacito para despertarla y juntas van a la habitación de la madre y ella le ayuda a meterse a la cama.

Una vez en su cama Angie hace un recuento del día y los momentos en los que estuvo con Belinda, y haciendo una mueca de desaprobación no puede creer que tengan mismo papá. No podía tener tanta mala suerte. hasta que se quedó dormida:


En noche de luna llena en medio del bosque, caminando descalza y con su camisón blanco iba descubriendo la soberana noche en su máxima expresión, cuando en frente de ella a no más de tres metros, una mujer de cabellos negros y lacios, piel muy blanca y unos ojos rojos, le sonreía malévola. La niña se asusta y trata de huir, pero al estar paralizada la bruja se va acercando más y más y a la pequeña le comienza a doler la cabeza terriblemente.

"Este territorio es mi propiedad, y ni tú ni nadie me lo va a quitar"


La voz entró taladrante con un rostro envejecido tan fuerte que Angie tuvo un sobre salto y gritó tan fuerte que su madre fue a verla para saber que pasaba; al llegar a su cuarto, la niña estaba destapada sudando frio, temblaba tenía fiebre y delirando. Minerva despertó a Marta quien la ayudó hasta que amaneció, pero nada les dio resultado, por lo que apenas dio la luz del sol fueron con la niña al doctor a ver si conseguían algo. Lograron estabilizar la fiebre y la sudoración, sin embargo, el medico fue muy explícito en que esto solo lo había visto solo dos veces antes de éste, el único remedio es La Machi que vive apartada de la ciudad y quien va a ese lugar debe tener en claro que abajo debe dejar su orgullo y su presunción, 

Las dos mujeres se miraron con el corazón afligido y sin decir nada Minerva tomó la responsabilidad, tenía que salvarla, porque con Regina no pudo y hasta el sol de hoy eso es lo que más le duele. 

Al llegar a la casa acostaron a la niña que permanecía dormida por los calmantes que le dio el médico para la fiebre, pero seguía delirando, y eso, les dijo el médico que, era lo que La Machi debía arreglar.


— ¿Señora se siente bien? –  dijo Marta con angustia en sus ojitos 
— No Martita, no estoy bien, pero debo estarlo o sino perderé a mi segunda hija y eso no lo puedo permitir.

Guardó unos segundos de silencio recordando lo de Regina y una lágrima rodó por su rostro. A la mañana siguiente apenas rayaba el sol ya estaba en pie, no había dormido absolutamente nada. Antes de irse se dirigió a la habitación de la hija y la bendijo colocando el escapulario en su pecho.

—¡Señora, al menos tome desayuno!
—La verdad que no puedo tragar nada Martita. No sé a qué hora voy a regresar, por favor cuídamela
— Sí señora.

Ese viernes por la mañana Minerva tomó su gabardina, una cajetilla de cigarrillos y unas pocas monedas y se dirigió rumbo al bosque. El camino fue largo y extenuante, comenzó a ser frio y un viento empezó a congelarle los ojos y su amputación empezó a dolerle. 
A pocos metros encontró una piedra lo suficientemente grande y se sentó para revisarse la pierna que, al desprenderse ligeramente de la prótesis, se dio cuenta que el paño de la envoltura que cubría su rodilla estaba con pequeñas manchas de sangre. 

De su mochila saca un vendaje nuevo y se limpia la herida, quizás, ocasionada por tanto caminar hasta la cumbre. Aún estaba a mitad de camino cuando el frio se volvía mas intenso y el respirar se volvía más dificultoso; su cerebro comenzaba a notar la falta de oxigenación, lo que le hacía percibir pequeños episodios delirantes 

—¿Mucho cansancio?
—¿Qué haces aquí?
—Calma pollita tienes que comer y te estás deshidratando
—Gabriel tú estás muerto, es imposible que hayas sobrevivido a ese incendio

El hombre se hecha a reír con una risa de liviandad excesivamente estruendosa

—Te diría. Pollita, que me vez aquí porque vine desde el cielo en una nave extraterrestre, pero la verdad es que me ves aquí porque te falta oxígeno en el cerebro y si no comes te desmayas 

La madre angustiada siguió caminando sin oír lo que el delirio le decía en susurro, y sin detenerse, hasta que de repente una enorme serpiente pitón amarilla de ojos rojos salta para atacarla. Minerva cae a un costado del río cuando está a punto de ser mordida, aparece un lobo blanco de ojos azules el cual se cruza por delante para recibir el mordisco. Una vez en tierra el lobo se posiciona por encima de su cabeza mostrando los colmillos, amedrentando a la depredadora

El lobo blanco reclina las orejas hacia tras y en un acto de buena convivencia baja la cabeza para que la mujer la toque, Minerva asustada levanta su mano derecha muy lentamente y al llegar a la frente del animal comienza a emanar una energía azul celeste y una sensación de paz tan inmensa recorre el cuerpo de ambos seres. Entonces ocurre que la niña reconoce a su madre. 

Sobre aquella enorme montaña, los seres que ya no habitan este mundo pueden manifestarse de diferentes formas. Alengüei tomando la forma de una loba blanca, inclina lentamente la cabeza hacia arriba mostrando así unos ojos humanos azules cristalinos; aquellos mismos que la niña recordaba dándose tanto amor. Todo tuvo sentido.

—Hija mía, tu pequeña se salvará. Has llegado hasta aquí enfrentando tus peores miedos, y a tus propios demonios. Cuando bajes tendrás otra perspectiva de la vida. Y habrás conseguido pasar al siguiente nivel 

La voz de su anciana madre la podía oír dentro de ella, como si fuese su propia consciencia reconstruyéndola desde el interior hacía fuera. Cuando Minerva abrió nuevamente los ojos la loba no estaba ahí y buscando con la vista se da cuenta que una cabaña estaba en frente. Había llegado.

Toca la puerta con los nudillos, ésta se abre como si estuviera entreabierta; dentro el calor de una chimenea le recuerda lo frío y crudo que ha sido este viaje, se acerca por instinto y cuando el calorcito empieza a subir por sus pies se va percatando de cada detalle de aquel pequeño y acogedor lugar, muy detalladamente hasta que se encuentra con un pequeño cofrecillo que se apodera de toda su atención. Se dirige entonces muy cauta hasta la mesa en donde se encuentra.

—Te estaba esperando 

La voz de la mujer asusto mucho a la mujer quien de un salto hizo caer el cofre del que salió volando una fotografía. La vieja mujer con un movimiento de dedos atrajo el papel a sus manos y éste fue volando.

—Siéntate, te daré algo de comer para que tu demonio te deje en paz

Minerva sabía de los poderes de una Machi gracias a las historias que le había contado su madre, pero era la primera vez que estaba en presencia de una. 

—¿Cómo puedo ayudar a mi hija? No quiero que se muera y se la lleve ese infeliz 
—Tranquila, el venir aquí ya ha ayudado a tu hija y créeme que ya se recupera, solo hace falta que tú como su madre hagas una sola cosa.




Alengüei Kayún


La Escuelita Jodedora V


Andrés como ya sabía desde antes lo que Angie le tenía preparado al novio, hizo detener los mariachis para en su lugar colocar un tema muy especial que la novia había pedido 

— Todo tuyo Angela, cuando quieras. – Malabolí con esa voz tan parsimoniosa hizo que todos guardaran silencio y comenzara la murmuración por lo bajo.

— Emi, tengo sueño, me puedes llevar a mi casa por favor bebé – Sofía con esa voz de niña malcriada se lanzaba en los brazos de su enamorado para que la sostuviera en sus brazos, 

— Ya Sofy tranquila, si gustas te pido un Uber, yo quiero saber que tanto van a hacer 

— ¡Ah no! Yo me quedo, pero tengo sueño Emi

De pronto las luces de la sala de eventos se apagan por completo para que luego la música ahogara los gritos y una luz celeste pálida ilumina el escenario mientras que Tere con un micrófono comienza a narrar una pequeña historia

— Buenas noches a todos y a cada uno de los presentes en este salón. Hoy por motivo del Aniversario número uno de esta Escuela hemos aprovechado la ocasión para que Angie Kayún realice una petición a voz populis. Así que dejo en este escenario a Angie Kayún


Tere baja el micrófono a la altura de su pecho y caminando hacia la izquierda del público baja los peldaños, mientras sube Angie que llevaba puesto un vestido azul sin mangas con un escote pequeño, totalmente ajustado a la silueta del cuerpo, unos quince centímetros arriba de la rodilla, unas medias color piel blanca, unas sandalias  de tacón chino color lilas y su cabello color plata hasta la altura del pecho era tomado en un medio lazo, tomando solo los cadejos detrás de las orejas haciendo caer el resto por detrás de la nuca hacia delante pasando por los hombros 

— Nicanor. Hace ya un tiempo que nos conocemos, hace un tiempo que nos apoyamos mutuamente en nuestras turbulencias amorosas y nos hemos entendido desde entonces.

Angie se acerca hacia donde se encuentra su novio entre el público y extendiéndole la mano para invitarlo a subir el muchacho extiende su mano para tomar la de ella y subir a la tarima de un salto: con un pantalón de tela negro, una franela negra de cuello y mangas largas, su cara afeitada, envolvía el entorno con un suave aroma a perfume. Realmente un príncipe. y así pues la muchacha continúo diciendo 

—  Es por esto, cosita mía, que quiero pedirte aquí delante toda esta manada de roedores,


Aprovechando que Nicanor queda sin palabras Angie se agacha con rodilla en tierra, de su escote saca una pequeña cajita negra, con un listón lila oscuro y abriéndolo con la mano izquierda, mantiene la postura de un caballero ante un Rey y con micrófono en mano derecha proclama. 

— ¿Quieres casarte conmigo?

El novio tomando dulcemente la mano de su princesa la hace levantar y tomando el micrófono la estrecha fuertemente entre sus brazos y sin soltarla anuncia:

— Aquí delante de toda esta manada de roedores, te digo, amada mía, si quiero casarme contigo 

Diciendo esto Nicanor la separa unos pequeños centímetros para besarla apasionadamente mientras todos aplauden festejando hasta que Tere da la señal y las luces del escenario se apagan un segundo y al volver a iluminarse toda la sala los enamorados ya no están.




Alengüei Kayún


diciembre 12, 2020

La Escuelita Jodedora IV

Capítulo IV





Tere fue la primera en ponerse de pie aplaudiendo, mientras que Angie con Stalin no paran de reírse, y poniéndose de pie aplaudían, mientras los demás no entendían que carajo había fumado Malabolí,
En la tarima Andrés levantaba los bazos con las palmas abiertas, creyéndose el cuento de un ser importante. Verónica tuvo que subir al escenario para tomarlo muy sutilmente y bajarlo mientras él seguía con los brazos en alto caminando hasta bajar.

Después del exponencial discurso se sirvió torta que preparó la madre de Sofía

— ¡Bueno muchachos! Háganme en el favor y me buscan las cucharitas, las velas, los fósforos. Que vamos a picar ¡La Torta!. Los platos están allá arriba, ¡allá! Eso es
— Ahora se viene lo que más le gusta a Malabolí, Picar la Torta ¿Verdad Malabolí?   – Yeshua cuando se ríe se sale tan tierno y adorable
— Aquí traje las cucharitas. ¡mira que bonitas que son! – Tere se las pone encima de sus ojos a Malabolí para  que las contemplara
— Listo, listo, listo, gracias – Andrés tomas los brazos de Tere con ambas manos y en movimiento un tanto impaciente, la alega de él – ¿Ya están todos?
— Si, si están todos  – le dice mientras se toca el brazo izquierdo con la mano derecha  – ¡Que Angie corté el pastel! Que ella hace el corte perfecto y hermoso, por que si lo hago, ¡ay no, que desastre! 
 — Pienso yo que esa torta la hizo Angela, por que se parece mucho a una que me dio a probar un día
—Andrés, la torta la hice yo. y la voy a cortar yo, y el pedazo más grande es para El Fundador, para El cofundador que sería  Stanlin. El segundo es para ti – Sofía con esa voz tan aguda y quebrada gesticulaba con la cabeza hacía delante sosteniendo el cuchillo sin dejar a Emiliano apartarse.

De pronto una música desde la entrada hacía su aparición con trompetas, acordeón y guitarra tocando hermosa música mexicana mientras que Verónica venía al frente del grupo con un vestido negro de tirantes con un escote maravilloso, 

— ¡Ah llegó el mariachi! – sin la menor importancia Andrés se acerca hacia Vero para saludar a los músicos

Mientras tanto Angie habla un momento a solas con Stanlin para saber como le había ido con la venta de un equipo


— Bien, mi amor, pero tengo que ir ahorita hacer esa vaina por el tipo se va esta noche a la frontera y pues ahí si que ya nos jodimos 
—¡Ay bebito! Entonces tienes que ir, ve apresúrate, y acuérdate de  estar aquí cuanto antes por que te quiero dar una sorpresa
— Si va mi amor, voy – Stan besa dulcemente en los labios a su novia y se retira presuntuoso, cuando Angie lo detiene
—¡Espera, abrígate que la noche esta fría coshita
— Gracias mi amor, te amo
—Te amo cosita

Ya nuevamente en la sala de eventos, Angie busca a Tere para terminar con los ajustes de la sorpresa.y se colocan en una esquina del salón para que nadie las escuche 

—¿Pero que estarán tramando ustedes dos, muchachas? – Emiliano mira a Angie bien curiosillo pero Tere es la que habla
 — No sabía que teníamos periodistas en el gremio, no no te creas, estoy jodiendo. Nada Emiliano.
—Ustedes vaya a cuidar de su Sofía que de aquí la veo con una cara de querer matarme por estar usted aquí, Ándele mijo, que no se le aguite la novia –  Angie con una voz seca le responde Emilio, quien cuando se da cuenta de que era verdad lo de Sofía, quiso que lo traga la tierra

Y se fue de nuevo con Belinda y las demás

— ¿Qué hacías hablando con esas viejas hermanito? 
— ¡Ps nada, le preguntaba a Tere si después iba a ver baile o algo así, tranquila hermanita
— Ya ves Sofy, ya ves, tú tranquila


Emiliano puso los ojos en blanco unos segundos mientras que en sus adentros en serio quería que un milagro pasara y se lo tragara la tierra, Mientras que Tere con Angie veían toda la escena pero sin oírla, solo por los gestos se entendía todo

— Ves Tere, ante ti un hombre dominado
— Ya lo veo amiga, ya lo veo


La hora pasaba muy amena, entre comida, bebida y música ranchera, cuando de pronto Angie recuerda lo que le tenía pensado hacer a Stanlin, y viendo la hora se dirige a donde se encontraba Verónica para preguntarle si lo había visto regresar, pero ésta contestarle con una negativa se encoje de hombro, mientras está bebiendo una copa de un exquisito Merlott Gato Negro típico chileno

— ¡Verónica! Verónica por Dios ya basta, deja, deja esa copa en la mesa. Estas bebiendo mucho, contrólate por favor 

Verónica lo mira extrañada y sin saber muy bien cómo reaccionar. ya que todo había sido muy rápido  mientras que Angie lo miraba muy atenta y acordándose de las historias que su madre le había contado, se envalentonó y con una actitud de gata a la defensiva.se interpuso ante el autoritarismo de Malabolí 

— ¿Que es lo que ta pasa, cómo es que ta tratas así? 
— Tranquilízate Angela por dios, solo la estoy cuidando, no la estoy regañando, sólo quiero su bien estar. 

Al decir esto último, su amiga se le acerca por un costado y la sostiene por los hombros por que la sensación de caerse es poderosa. 

— ¿Estás bien?
— Sí Tere, todo excelente, gracias

Ambas se dirigieron a la barra de licores por un tequila y un jugo Angie se acordó de la cara  de ojos rojos con grietas de sangre en el asqueroso rostro de Belinda y le dio escalosfrio, tomándose el tequila 
Tere creyó que el tequila estaba muy fuerte.

— ¡Ah que fuerte está esto! Sabes mi niña lo único que quiero es hacerle el regalo a Stanlin e irme a mi casa, estoy muy cansada, verdad que si 
— Te entiendo Angie, tranquila que y pronto terminará pronto. 

Mientras tanto Sofía bailaba con Emiliano unos temas tropicales, realmente la chama se lucia en todo su esplendor con esa minifalda u ese top de tirante
Angie los miró y en una vuelta Emiliano cruzó la mirada con ella quien levanto una ceja en señal de saludo 

—  ¡Ya llegue muchachos y muchachas! El Master esta de vuelta

Cuando Angie escucha esa voz, dejó caer el vaso que se quebró en el piso y corrió a abrazarle como si en años no lo viera. 

— ¡Mi coshita, ya estas aquí, que alegría!
— ¡Nicanor, que bueno que llegas!, Angie no paraba de moverse, esta muy ansiosa
— ¡Epale bebé, ¿Qué pasó? Todo fino
— Todo excelente mi bebé precioso, ahora si, ahora si
—  Que bueno mi amor, y dime ¿Qué sorpresa me tienes? A ver
— Ya va, ¡Tere, ¿estamos listos?
— Todo listo, Cuando usted diga




Alengüei Kayún 




La escuelita Jodedora III


Capitulo III


Verónica mira a Angie en señal de la misma pregunta y Angie se encoje de hombros. lo que provoco y poco de nerviosismo en el ambiente, y mientras que la gente se empezó a moverse tras las ordenes de Verónica 

— ¿Crees que se dará cuenta que me puse este vestido?
— Claro que se dará cuenta Tere si estas bellicima –  Angie la mira con una amplia sonrisa –  y si no se da cuenta, pues es un imbécil

Y las dos se echan reír de buena gana

— ¿De qué tanto se ríen ustedes dos? – Sofia se les acercó junto con Belinda 

Emiliano venía con ellas y Sofía tomada de su brazo mirando de por sobre su hombro y de reojo, como gata que recién caza su presa

— ¡Saludos gente! ¿Cómo dicen que están? Tersita, Angiesita, Verito, Topy, Yeshua, Michael – ¡Sorpresa! Muchas felicidades por el aniversario. Espero que tengan muchos años más, les saludos con todo ahínco recordando tantas cosas lindas del verano que pasamos todos juntos, que sigan mirando hacía delante con los proyectos firmes. Así que les deseo lo mejor. 

Mientras hablaba, Sofía no lo soltaba aunque en ocaciones Emilio se emocionaba y quería expresar su discurso con los brazos pero la pequeña niña se lo impedía

— ¡Emi! Que alegría que estés aquí  –  Verito se le acercó para abrazarlo muy feliz  –  ¿No has visto a Andrés en la entrada?
 — No Verito, no lo he vito, Ya debería estar aquí, pero bueno, si no llega yo me ofrezco, jajaajajaja

Sofía suspiró a su lado como derritiéndose en mantequilla, Angie solo se reía, Tere se arreglaba el escote del vestido, Vero nuevamente llamaba por celular y nadie le contestaba, Topy con el media lengua jodían como siempre mientras Yeshua  conversaba con novia Natacha cuando de pronto una voz estruendosa hizo su aparición

— ¡Saludos queridos compañeros, compañeras y compañeres! Disculpen la tardanza pero el trafico me impedía llegar a tiempo. Ya no lloren por mi.

Como todo un ser se gran importancia Andrés se presentó ante los demás como si fueran sus súbditos, cuando Verónica se le acerca muy apresurada y algo molesta, sosteniéndole de un brazo muy suave pero notoriamente serio

— ¿Dónde pinch.. andabas Andrés? ¡Ya es muy tarde!
—Tranquilízate Verónica por Dios, se te va arrugar, aún más, esa carita que tienes
—¡Pero qué dices! 
— Ya, no perdamos más tiempo ¡Hola Emiliano!, hombre tanto tiempo, 

Detrás de Andrés y algo escondido por entre los adornos de la gran sala, se movía sigiloso Luciano:  un muchacho de contextura media, estatura media, pero negro, desgreñado y con una gafas cuadras. Nadie se había dado cuenta que había llegado y mejor así para él, por que directo al baño cerro la puerta tras de si. Una ves a solas consigo mismo y respirando hondo se miro al espejo mientras que daba la lave del lavabo, mostrando una risa torcida, haciendo poses de galán echándose perfume en las mejillas y en el cuello. Cuando la puerta del baño se abre

— ¡Hola, qué más! – Yeshua tras de él lo miraba tiernamete a través del espejo; de contextura delgada, piel blanca y más alto que Luciano 

Colocando sus manos por sus caderas un poco más abajo del abdomen y oliendo su cuello como un vampiro apunto de morder. Luciano se sobresalta al tener tan cerca a su amado 

— Hola bebé, te estaba esperando – le dice Lucy mientras se da vuelta y cruza sus manos al rededor de su cuello

Yeshua lo toma firme y de un pequeño salto lo sube al mesón junto al lavabo para contemplarlo mejor y tomando su carita morena, se besan dulcemente. Estaban apasionados olvidando dónde estaban que al sentir la puerta Yeshua brincó hacía atrás como gato erizado, mientras que Luciano salta del mesón cayendo al suelo todo doblado y maltrecho.

— ¡Ay chamo! ¿Estás bien? – Stalin  se asusta al ver a Luciano tirado en el piso mientras que Yeshua no para de reír  carcajadas 
— Si, si estoy bien
— Qué bueno, me diste un susto –  le dice mientras le tiende la mano para ayudarlo a levantar. 
— Gracias Stan
— ¡Hola Kayre! Hermanazo ¿Cómo estás? 

Yeshua era conocido por todo el grupo como Kayre el de la batería y mejor dentro del genero del rap, era el que más se reía de todo y hacía buena dupla con Topy en la música. 

— De pinga chamo 

Luciano lo miraba con admiración por tener los nervios de acero frente a Néstor que casi los sorprende en ese romance tan hermoso entre los dos.


En la sala de eventos estaban listos Adrián, Verónica con Carlos; Belinda con Emilio y Sofía conversaban de la obra de teatro que tenían pensado hacer, y un poco más allá en unas mesas estaban Tere con Angie conversando del vestido. Cuando de pronto se apagan las luces de la sala y solo se ilumina el escenario. y una voz computarizada por Dij Stan 

—  Señores y señores. –  la voz computarizada retumba en todos los alto parlantes de la sala –  Con ustedes en este escenario. Los dejo con; Andrés Gilberto Malabolí 

Dicho esto sube al escenario un muchacho alto con una camisa blanca, corbata verde oscuro, pantalón de tela negro, zapatos de vestir y su pelo corto 

—  ¡Ay Dios! pero que presiosura de hombre –  Tere exclama lo que su corazón grita –  ¡y mira, su corbata es del color de vestido Si pensó en mi!

Angie solo la contemplaba y sonreía muy amena, su amiga estaba tan feliz como ella. Por detrás de ellas se acercó Stalin quien con un dulce beso en la mejilla, saludo a su novia y luego a Tere, quien se sonrojó al sentir que estaba interrumpiendo

— Hola mi amor, ¿Cómo estás?
— Hola mi cosita, todo excelente, ¿y tú?
— Excelente, ¿Qué tal Tere? Cómo estás?
— Todo bien Stan, aquí oyendo el discurso.

En la tarima Andrés Gilberto, daba las gracias a todos los que estaban presentes aquella noche. 

— En este Diciembre quiero desearles a todos que tengan una Feliz Navidad, que La Semana Santa les cumpla todos sus deseos y que en El Día de la Madre pasen unos excelentes carnavales del año dos mil veintiuno. Así mismo también les deseo que ahora, que estamos en el mes de Octubre: la Paz de Blanca Nieves y los Siete Enanitos los acompañe en el momento en que vayan a celebrar El Día del Trabajador., para conmemorar los veinticuatro años Del Natalicio de Simón Bolívar que murió en Caracas cuando Chavez ganó las elecciones. Muchísimas gracias a todos


Tere fue la primera en ponerse de pie aplaudiendo, mientras que Angie con Stalin no paran de reírse, poniendo se pusieron de pie, mientras los demás no entendían que carajo había fumado Malabolí, pero como los demás aplaudían de pie










Alengüei Kayún






diciembre 11, 2020

La Escuelita Jodedora, II

  Capitulo II


Angie fue a la cocina por un tequila doble, era inevitable la sangre mexicana que corre por sus venas. Belinda venía entrando tras de ella y al darse cuenta que era ella se acercó muy amablemente saludándola como si nada hubiese pasado, hace ya mas menos como 5 meses. 

—¡Hola Angie! – la voz de la niña no representaba los 17 años que tenía, pero ahí estaba la chaparrita, sonriendo, mostrando sus dientes y su cara redonda. Todo en ella era redondo.

Cuando la muchacha escuchó esa vos tan dulce tras de ella, el cuerpo entero se le erizo como una gata la cual presiente que algo va a pasar. Esa voz que que era como una hermosa melodía para todos, era la más tétrica sinfonía de terror para Angie. 

Inmóvil se quedó un par de segundos con el tequila en la mano. para poder controlar su respiración y ritmo cardíaco, hasta lograr poner un rostro sereno y una voz pausada y normal.


— Hola, buenas tardes,– la voz era neutra, sin rastro de hipocresía,
— ¿Cómo estás mi chula? – el acento marcado netamente de México le recordó a Angie su primeros años de infancia junto a su padre.
— ¡Excelente! – la pequeña gitanita, hija de Minerva es una mujercita muy valiente a sus 15 años , de una voz fina, pero muy firme.
— Yo también estoy bien, hoy estuve toda la tarde con mi papá, y nos la pasamos muy bien sabes, y antes de venir a dejarme en su trola, me dijo que se iba al Bar, ya sabes....
— Eso  ya lo sé... – la voz se le quebró solo un poco, lo mínimo para que no se entendiera
— ¿Cómo dices?
— Eso ya lo sé, "Hoy estuve toda la tarde con mi mamá, la pasamos muy bien sabes. " – la voz que impostó era del mismo tono que la de su hermanastra, pero la cambió al dar la segunda oración – y antes que yo saliera de la casa nos reímos mucho recordando como mi papá casi se fue de bruces ante una mujer que llevaba tacones de garza, al ver a mi mamita con ese vestido rojo, "pues ya sabes chamaca" ese día que la conoció por primera ves en ese bar que tú dices.

Poco a poco el rostro de Belinda se iba desfigurando y si a Angie le hubiesen contado no hubiese creído lo que estaba viendo: fue menos de 10 segundos, los suficientes para ver esos ojos rojos y esas grietas con delgados hilos de sangre en la cara de Belinda, que le hicieron recordar un olor a azufre, pero no recordaba de dónde. Luego de irse Belinda, la pequeña Angie se desplomó en una silla aguantando un terror indescriptible. 

— ¡Angie! – la voz que apenas se podía escuchar era la de Tere, pero no había respuesta

Tere movió su mano por delante de los ojos de de su amiga, pero no hubo reacción por lo que le dio una pequeña palmadita en la cara para que despertara de su trance 

—Acabo  de ver el diablo – casi en susurro pero si se escuchó lo que dijo,

Se levantó de la silla muy despacito, metiendo la mano en su bolsillo izquierdo buscando el escapulario que le regalo su madre y apretándolo cerró los ojos un momento y unos segundos así se quedó hasta que cobró su normalidad

— ¿Estas bien? – Tere tan dulce y tierna la abraza y Angie le correspondió el abrazo.
— Excelente mi niña, vamos pues que el tiempo apremia y pasa volando


Las dos salieron tomadas del brazo conversando de lo que se va a hacer aquella noche y se fueron riendo. Un poco más allá se encontraba Sofía conversando con Belinda acerca de unas actividades extraprogramáticas que tenían pensado hacer con Emiliano y otros muchachos que quisieran unirse para así no aburrirse en las vacaciones de verano.

— ¿Qué te parece la idea Sofy? –  mientras que hablaba del asunto mantuvo la vista fija en Angie que venia risa y risa por el pasillo con Tere 
— Me parece bien chama, pero ¡ajá! ¿Participará Emilio, verdad?
—Si, claro que si, tú tranquila mi chula, que tú y mi hermano se terminarán casando, tú ya vas a ver, ya vas a ver. 
—¡Ay si chama, que mas quisiera yo! De pana

Mientras tanto en la sala de eventos estaba Verito conversando con Carlos y su rostro estaba un tanto afligido mientras que Carlos le respondía con cierta galantería, un poco más allá fumándose un cigarro estaban Yeshua conversando con el que apodan media lengua y Topy 

— Si, esta noche va a estar bur de buena, papá, ya tu va a ver
— Si a fumal malihuana papá 
— jajjajajajajaja este tipo habla como porno mal grabada –  Topy se reía de todo sin importarle nada, esa esa su lema de vida


Ya estaba todo casi listo y aún no llegaba el anfintron que daría inicio al primer aniversario, algunos  empezaban a ponerse nerviosos, a otros les daba igual, Vero al darse cuenta de la hora tuvo que interrumpir la galantería de pretendiente, dejando Carlos a mitad de una seudo declaración amorosa.

— Tere ¿Dónde está Andrés? Ya debería estar aquí
—Ni idea Verito, yo no sé 

Verónica mira a Angie en señal de la misma pregunta y Angie se encoje de hombros. lo que provoco y poco de nerviosismo en el ambiente, y mientras que la gente se empezó a moverse tras las ordenes de Verónica 

— ¿Crees que se dará cuenta que me puse este vestido?
— Claro que se dará cuenta Tere si estas bellicima –  Angie la mira con una amplia sonrisa –  y si no se da cuenta, pues es un imbécil

Y las dos se echan reír de buena gana. 












Alengüei Kayún


diciembre 10, 2020

La Escuelita Jodedora, I

 Capitulo I


 Casi a un año del matrimonio de Yeshua con Luciano vuelven a tocar las fanfarreas anunciando el primer aniversario de La escuelita de los Jodedores"  en donde han pasado muchos acontecimientos buenos, malos e inesperados. Una de las cosas que mas recuerdo es que Angie fue expulsada de la escuela por tener problemas con su compañera, y en ese entonces mejor amiga, Belinda, quien defendió a muerte a Emiliano, quien lo consideraba como su hermano.


Sin embargo todos los roces y problemas que se sostuvieron durante el año, hoy se desvanecen entre risas, recuerdos nostalgias, festines y una que otra sorpresa habida y por  haber. Esa mañana Angie se levantó muy emocionada y un poco atarantada caminó por el pasillo de la casa casi dejando caer un florero color violeta que tanto adoraba su madre.

— ¡Angie ten cuidado! – Minerva se apresura para afirmar a su hija y al florero 
— ¿Mamá tú crees que todo me saldrá bien hoy, verdad?
— ¡Claro que si mi chiquititia bella! –  le dice su madre estrechándola dulcemente en los brazos

Aquella mañana ambas tomaron un rico desayuno. y se prepararon para sus actividades diarias

— ¿Cuál te vas a poner? 
— El azul, ese que me queda bien ajustadito – le dice Angie con una mirada traviesa

Minerva la mira por encima de los anteojos, a sus 45 años los necesita bastante.

—¡Mucho cuidadito! – Minerva hace el ademan de dar una paliza con la mano, y al mismo tiempo no aguanta la risa por hacer esa referencia a Alengüei, la anciana que jamás conoció Angie.
— ¿Y tú cual vas a llevar? – ambas se ríen porque Angie se sabe todas las historias de la mujer que crio a su madre 
— ¡El rojo! Tu padre cuando me vio con uno igual a este casi se desmaya, y la mujer que estaba con él en ese ese entonces derramo su bebida por que él le cayó encima al querer caminar y se tropezó con esos tacones de garza de la mujer 
— ¿Crees que esta noche vaya y se vuelva a tropezar al verte? 
— Hija mía 

Minerva le toca el hombre izquierdo izquierdo con la mano derecha, mierandola de frente. 

— Tu padre va a ese bar todos los Santos Viernes, de su vida Con o sin mi – esta última oración la recalcó mas en su mente que en voz alta recordando la última vez que lo vió a solas.
Tú serás feliz, con o sin mi
— ¿Mamá?

Pero Minerva se quedó pensando en Emilio y una lágrima le redó por sus mejillas 

—  Mamita 

Angie le tocó el hombro izquierdo con la mano derecha muy suave para sacarla de su encimismación.

— ¿Se encuentra bien?
— Si, por supuesto que si, ¡Bueno, alistemonos por que no quiero que llegues tarde a tu ceremonia
— Aniversario
— Eso mismo, ya, ya a moverse. No me mires así si te digo que estoy bien Gitanita 
— Bueno Gitana 


 Angie tomo sus cosas y el bolso en el que llevaba el vestido, los zapatos de tacón, no estilo garza, y su maquillaje. Su madre la vio salir sonriendo con nostalgia y llena de emoción


"Al menos Emilio me regalo lo más hermoso en la vida
¿Cierto que si te lo dio? Y realmente es algo inigualable
A si es.... pero tú no me cuidaste. y ahora que lo pienso, tú debiste de conocer a la madre de Belinda, los dos hubieran sido la pareja perfecta.
La perfección no existe señorita, por eso yo la conocí a usted y la madre de Belinda a tu querido Emilio."


Ya en la Escuelita Angie se encuentra con Tere: su compañera y mejor amiga, Una niña un tanto tímida, reserva a y de un corazón tan grande como su apariencia. 

— Hola! cómo estas?
— ¡Excelente! – Angie contestaba siempre lo mismo aunque se la estuviera llevando La Calaca
— Que bueno por que ya esta aquí Belinda 
— ¡Coño´e´lamare!
— Y no se despega de su hermanito
—¡Que se joda! Yo vine a pasarla bien y no a amargarme con pendejas 

Estaban en lo mejor de la conversación cuando unas manos frías le tocan los ojos a Angie, quien, igual que su madre, brinca de un salto de susto mientras que Tere se ríe pidiendo disculpas 

— ¡Hablen cloro! ¿de qué se habla? Estoy azul
— De los recién llegados 
—¿Quien llegó?
— Belinda con Emiliano
— ¡La estrella estrellada! Fino

Yeshua fue a saludar a Belinda y a su compañero. mientras que Angie se quedó con Tere y otras dos niñas mas que llegaron 

— Natasha hola, que bueno vete 
—Hola muchachos, bendiciones ¿Qué andan haciendo?
— Muy bien aquí preparándonos para la fiesta 

Angie fue a la cocina por un tequila doble, era inevitable la sangre mexicana que corre por sus venas 



   




Alengüei Kayún 





diciembre 02, 2020

La Imperfección de la Música III

Capítulo III


La luz se volvió a restablecer y el espejo se dibujaba algo que se parecía a un corazón negro hecho de carbón. La hora había pasado más rápido y Minerva iba atrasada. Tomó sus cosas y se dirigió a la calle, cerrando muy despacio, mira el reloj y se dio cuenta que iba veinte minutos tarde, 

Caminando por una avenida la mujer se iba fumando un cigarrillo hasta que en una banca divisó a Emilio sentado con una chaqueta y unos mezclilla color negros; llevaba unos zapatos color cafés del mismo color de la chaqueta  


— Hola, lamento el retraso ¿Cómo estás? – Minerva se acerca dulcemente al rostro de Emilio mientras lo saluda
— ¡Hola! No te preocupes, espero que no haya pasado nada grave, ¿Estás bien?
— Si, por supuesto – ella le sonríe dulcemente


El hombre se levantó de a banca y le entregó un ramo de rosas rojas hermosicimas, las que ella recibió muy contenta, tomándoles el aroma

— Ven, te invito un café
— Sería perfecto

Así pues ambos se dirigieron a un local y pidieron dos cafés y un trozo de torta para cada uno. La noche estaba hermosa y muy fresca, el cielo despejado, en un azul oscuro casi negro, por lo que decidieron sentarse en las mesas que el local tenía afuera.


— Estás muy bonita esta noche – dijo él con una bella sonrisa, ella se sonrojó
— Tú también te ves magnifico – él sonrió queriendo tomarle la mano, pero ella tomó la taza de café

Hubo un silencio pero no incomodo, hasta que ella se dio cuenta que el libro que había dejado a un costado de la mesa, era uno que ella había tenido la oportunidad de leer hace ya bastante tiempo y pidiendo permiso lo tomó en sus manitos finas y lo empezó a ojear 

— ¿Sabías tú que esta novela es completamente real? 
— Así es: en aquellos saltos, los dos hombre aparte de saber todo el conocimiento que iban adquiriendo, también sufrían degradaciones tanto físicas como psicológicas, es decir que las neuronas se les iba degenerando con cada salto en el tiempo, haciéndolos envejecer muy rápido. 


Fue entonces que el tiempo se les fue volando intercambiando opiniones y teorías acerca de los libros hasta que se les termino el café, la torta y el tiempo en aquel lugar cuando el mesero se les acercó. 

— Disculpen, ya estamos cerrando
— ¿Enserio? Disculpe usted, no nos habíamos dado cuenta 
— Es verdad –  dijo ella un tanto ruborizada – ¿podría traernos la cuenta por favor?
— Por supuesto 


El mesero fue a la caja a liquidar la cuenta, mientras en la mesa los dos se sonreían por que ninguno de los dos se percato del tiempo y así arreglaban las cosas y al levantarse el mesero volvió 

— Aquí está la cuenta
— Gracias – dice ella, mientras mete la mano al gabán para sacar el dinero, cuando Emilio la detiene
— ¡No, no! Por ningún motivo, pasémela a mi, por favor


Cuando se retiraron del local y al ver que las calles estaban vacías y con muy poco trafico, comenzaron a caminar conversando y riéndose, ella le contaba un poco acerca de su trabajo en ese bar, le explicó que tenía una niña de unos cinco años y que si no trabaja no comía y pues así se consiguió ese trabajo, en la Ciudad de Puerto Montt 

— Entiendo, ¿y hace cuanto tiempo estas ahí?
— Hace aproximadamente unos seis meses 
— Ya entiendo
— Ajá, pero yo solo bailo. – dijo Minerva haciendo una pausa en su caminar y mirándolo fijamente a esos ojos azules 


Ambos se rieron ya que ella con la mirada le dio a entender que hablaba de La Bella Celeste implícitamente en su mirada y luego siguieron caminando mientras que ella se subió las solapas del gabán para abrigarse el cuello y se metió las manos en los bolsillos buscando lumbre y cigarrillos

— ¿Tienes frío? 
— La verdad que si.


Él la abrazo tímidamente y ella sin decir nada se cobijó entre sus brazos y así hasta que la dejó en la puerta de su casa

— Si quieres puedes pasar
— ¿Estas segura?
— Claro, no te voy a morder, tranquilo 

Ella abrió muy despacio la puerta y se sacó los zapatos, y Emilio la imitó para no meter bulla. Minerva le indicó que podía sentarse tranquilamente en el sofá, mientras ella se dirigió a la habitación a cambiarse de ropa y enseguida se dirigió a la cocina para servirse una botella de vino pero esta vez con dos copas.

Al verla Emilio se sorprendió mucho al ver una mujer de cabello pelirrojo, con un camisón celeste, con unas piernas largas y descalza dentro de unos zapatitos de levantarse. La muchacha se le acercó mientras que le extendía la copa vacía mientras que se subía al sofá subiendo una pierna para sentarse como una gata acurrucada, y se bebieron el vino hasta la entrada de la madrugada y terminaron durmiendo los dos en el sillón 




Alengüei Kayún




La imperfeción de la música II

Capitulo II



— Bueno, entonces siendo así yo me retiro por que ya se me hizo tarde, Te dejo en muy buenas manos –  diciendo esto se da vuelta para irse sin poder contener la risa para si, mientras que Emilio levanta la mano, como para detenerla.

Sin embargo La bella Celeste triunfante hace que él se siente en una silla para poder ver que puede hacer para sacarle la enorme mancha amarilla de la camisa. 

Mientras tanto en una casa lejana una pequeña niña de 5 años duerme plácidamente  en su alcoba  mientras  que una señora  está durmiendo en el sofá pequeño con la televisión prendida.

Al escuchar la puerta la mujer , ya bastante entrada en años, despierta de un sobresalto y se levanta

— ¡Ay señorita me asustó!
— La verdad que lo siento mucho Marta ¿Cómo estuvo el día, Regina molestó mucho? 
— Ya sabe cómo son los niños Señorita
— Si pero sé por eso te pregunto – echándose a reír despacio para que su hijita no despierte
— ¿Necesita algo? – la mujer ya no daba más de cansancio pero aún así era muy atenta
 no Martita gracias Anda a dormir. Te lo mereces
— Muchísimas gracias señorita,  compromiso.

Al quedar Minerva completamente sola en la antesala revisó lo que había en la tele sin encender las luces fue a la cocina descalza pues se sentía muy agradable caminar sobre la baldosa. Después de ir a buscar una copa de vino y la botella se puso a ver una película en el sofá más grande cuando de repente el televisor hace una interferencia y se apaga de pronto quedando completamente a oscuras. Minerva ya estaba acostumbrada.


A un costado del televisor había una linterna la prendió y al darse vuelta ve una sombra negra junto a la cortina. Alcanza a taparse ella misma la boca para no despertar a su hija y a Marta. Y luego se ríe de ella misma porque nunca va a terminar de asustarse cada vez que Gabriel la viene a visitar.

"Muy buenas noches señorita –la sombra no se movió de su sitio sin embargo la voz que escuchó Minerva le retumbo directamente en el cerebro como si ella misma estuviera pensando 
— ¿Qué es lo que quieres ahora? desde que murió Gabriel  en ese incendio  en aquella casa maldita el alma no descanso en paz y siempre molestaba a Minerva echándole la culpa a ella de su inaudita muerte  ya 2 años 
— Te vengo advertir una cosa– la sombra de la cortina empezó a moverse cubriendo así todo ápice de luz dentro de la casa. Se dirigió pues entonces hacia la habitación de la pequeña y Minerva entró en un terror indescriptible."

La sombra abruptamente atravesó la puerta de la habitación de la pequeña mientras corría pero no la pudo abrir entre gritos despertó Marta quien prendió la luz del pasillo Y al hacerlo la puerta se abrió Minerva correa al catre de su hija y al verla dormir se tranquilizó más no duró su tranquilidad al ver una pequeña marca a un costado del cuello al ver esto la sangre se le congeló Gabriel venía a buscar a su hija



A la tarde siguiente Minerva se levanta a comer algo y vió que encima de la mesita del recibidor se encontraba la nota de Emilio y decide llamar:

— ¿Alo? 
— Si, diga
— Habla Minerva ¿Que tal cómo esta?
— ¡Mi Chica de Rojo! Gracias por llamarme
— ¿Tienes algo que hacer esta noche?
— No, no tengo nada
— ¡Perfecto! Conoces la plaza de la lavanda?
— Si, claro, ¿paso por ti?
— Prefiero que no. Juntémonos a las ocho, ¿Te parece?
—Por supuesto
—Okey, nos vemos   

Emilio cuelga la llamada y emocionada vuelve a reunirse con Belinda quien está jugando a las muñecas

— ¿Quien era apá?
— Del trabajo bebé, – y dirigiendo a la empleada para que la niña no lo escuchara – ¿Bertita por favor, usted podría entretener a Belinda esta noche? Necesito salir sin que se de cuenta, por ya vez como se pone hacer berrinche si salgo tarde
—No se preocupe Don Emilio, yo me encargo de todo, usted vaya tranquilo
—Gracias Berta.


Mientras tanto en una casa lejana Marta estaba bañando a Regina para que se acostara temprano, la niña se relajaba mucho después de una ducha y un vaso de leche tibio. Minerva ya duchada se preparaba para la cita de esa noche probándose vestidos y zapatos, hasta que por fin encontró un vestido burdeo y unos zapatos de tacón preciosos que le hacía juego y quedó maravillada frente al espejo.

Cuando de pronto la luz hizo un parpadeo y se apagó por completo dejando verse solo una tenue luz a través de las cortinas con el ventanal abierto.

 
— Te vez preciosa con ese vestido  – la sombra volvió a pronunciarse esta ves por medio del espejo haciendo que Minerva se sobre saltara pero no nunca grita 
 — ¿Hasta cuando piensas molestarme Gabriel? 
 ¡Huy! Tan arisca como siempre. Pues la verdad no lo sé, eso dímelo tú ¿a ver quiero saber que tanto aprendiste de "los seres sombra" estando conmigo.... vivo... jajajaja

La luz se volvió a restablecer y el espejo se dibujaba algo que se parecía a un corazón negro hecho de carbón. La hora había pasado más rápido y Minerva iba atrasada. Tomó sus cosas y se dirigió a la calle, cerrando muy despacio









Alengüei Kayún