Al fin has llegado, me siento muy feliz de ver que lo has conseguido. Siento todo lo que has tenido que pasar, siento tanto tu sufrimiento, pero era era necesario para que avanzaras y dieras los pasos correctos. Siempre he confiado en ti, siempre he puesto mi ilusión y toda mi esperanza en ti. Ahora tenemos que separarnos, por favor sigue caminando. caminaremos codo a codo, paso a paso, siempre juntos. Pero cada uno tiene su camino, su destino, su cometido. tú el tuyo y yo el mío. Siempre nos ayudaremos y nos apoyaremos pero zanjar ese asunto ¡ya!.
Estas tan cuidada, tan protegida por lo alto, que siento un gozo tan grande por ti. me siento feliz de que seas tan amada, tan cuidada, tan asistida. Siempre lo vas a estar, así que no temas y camina segura, camina alegre. por que esa alegría a tu alrededor, esa luz que sale por tu rostro como un faro maravilloso para los demás que notan tu luz, Tú también la has notado. siempre la has notado, pero ahora te das más cuenta y no puedes negarla.
Las personas que tienen la fortuna de compartir camino contigo también lo notan y te lo dicen y los que no te lo dicen es por que se siente demasiado turbado, sienten una desazón en ellos cuando están contigo, algo les mueve internamente, como se temblaran por dentro. Tu luz llama a la puerta de su despertar, invoca su escancia que está esperando a que alguien toque a su puerta. Y eso es lo que haces tú. Tocas en los corazones de los seres por que aún ansias que despierten, ansias que se den cuenta del amor fraterno que hay en todos los corazones. y cuando esto pasa, la escancia salta y brilla de alegría por que fue tocada, teniendo la oportunidad de liberarse por fin pudiendo así tomar el camino de retorno a casa.
No dejes nunca que tu luz se apague, debes intensificarla para que salga por todos los poros de tu piel haciendo que se conturbe y perturbe a todo lo que se acerque a ti- Es un don maravilloso, un don precioso el que tienes en tus manos, tu voz es un faro, y a través de ésta sale el amor y el conocimiento de la fuente, salen el amor y el conocimiento eterno.
Gracias por acompañarme, por permitirme estar en tu camino, ha sido un placer ayudarte, ha sido un honor ayudarte a que te reconozcas. Siempre he confiado en ti, siempre lo haré. Me siento muy feliz de que te hagas consiente de ti misma. Recuerda siempre que te he amado con locura y delirio. Profundamente, que amo de igual manera y que siempre, siempre, por la eternidad te amaré. Gracias por dejarme compartir, por permitir ser una parte de ti . Te amo, sé muy feliz, no desesperes, confía en ti, confía en tu forma ser.
Confía en ti. Todos lo hacemos.
Carta anónima para tu corazón
