— Marqués quiero pedirle mil disculpas, sé que el tono de voz en lla mesa no fue el más apropiado.
—Usted debe entender que hay cosas que aunque todo el mundo sepa, no se deben decir en la mesa. El comentario de su too sobre la Reina fue sumamente inapropiado.
— Si lo sé, pero también el comentario de su invitado a mi madre lo fue.
—¿Está usted seguro? Porque si analiza fríamente lo que dijo, no hay nada ofensivo; solamente comentó que si usted conocía alguna vez a la Reina, le contara esa historia que seguro la conmovería.
— Marqués... – dijo Simón en un tono intencional – usted y yo sabemos que se estaba burlando
— Por supuesto – el Marqués asiente con una sonrisa torcida mientras deja la taza de té de hiervas sobre el portavaso en el escritorio
— Pero usted tiene que entender – sigue diciendo – que nunca una conversación va de lo que se está hablando, siempre hay un tema subterráneo, algo que subyace , un motivo diferente. Si su tío hubiese sido mas inteligente pudiera haber insinuado sobre la Reina, nadie nunca lo pudiera haber acusado de ofenderle.
— Con todo respeto, sigue siendo reprochable, el fin sigue siendo el mismo: Burlarse.
— Si, pero debería aprender a leer entre lineas, a decir sin que parezca que ha dicho, atacar sin atacar, a ganar dejando el otro crea que ganó. Si usted quiere sobrevivir va a tener que aprender a usar la ironía, de otro modo lo van a seguir viendo como un salvaje recién bajado de los árboles que nos desempeñan como nos ven a los americanos aquí en Europa, yo sé porqué se lo digo.
Alengüei
(extracto, ep 6 Bolivar)